Después de estas semanas del mes de Febrero, hemos llegado
al final del curso de igualdad.
Al hablar de igualdad, mi mente siempre va directa al tema
de la igualdad entre hombres y mujeres, eso fue lo primero que pensé al ver por
primera vez el título del curso en el catálogo de acciones formativas del INAP.
Después, cuando leí el programa me di cuenta que el curso iba mucho mas allá y
me pareció que sería interesante aprender de distintos tipos de discriminación.
Una vez comenzado el curso, en el cual incluso me he
divertido (dicho con todo el respeto), he quedado impresionada de la cantidad
de conceptos nuevos que he aprendido, de la ingente cantidad de información a
la que hemos tenido acceso y sobre todo he tomado conciencia de los problemas a
los que se enfrentan numerosas personas, problemas importantes, en los que no
me había parado a reflexionar de manera profunda. Problemas que serían fáciles
de solucionar si toda la sociedad tomáramos conciencia y pusiéramos nuestro
granito de arena.
He podido conocer a lo largo de los distintos módulos,
personas que ya se han puesto manos a la obra, que ya han pasado de la fase de
identificar el problema, a actuar, a buscar soluciones y aportar ideas. A estas
personas debemos agradecer, puesto que no solo contribuyen a atajar problemas y
mejorar la vida de las personas que parten de una posición de desventaja, si no
que hacen a la sociedad avanzar, ser mas inclusiva y ser por tanto mas valiosa.
Y llegamos al último tema, donde surge la gran pregunta,
¿qué puedo hacer yo?.
Pues pienso que hemos dado el primer pasito, el de, como
decía mas arriba, tomar conciencia. El de hacer un ejercicio de empatía y
ponernos en la piel de tantas personas que han sufrido la injusticia de la
discriminación. Muchas de ellas que hemos conocido, pero muchas más anónimas,
que han soportado conductas o incluso leyes totalmente injustas e intolerables.
Tengo que decir, que este curso incluso ha generado gran
intercambio de ideas y un debate siempre constructivo entre compañeros que
hemos coincidido inscritos en esta edición. En mi caso incluso en la familia he
comentado ideas que me han sorprendido y seguro que lo mismo le ha ocurrido a
otros compañeros, con lo cual pienso que se contribuye a difundir
conceptos y a despertar inquietudes en
las personas, a reducir el desconocimiento de estos temas y por tanto a reducir
la desigualdad.
Gracias a este curso, a partir de ahora estaré mas despierta
frente al problema de la desigualdad y podré identificar situaciones y
conductas que corregir y así poder hacer mi pequeñísima aportación a conseguir
una sociedad mas justa, mas libre y mas igual.